Flujos de trabajo y procesos de producción ineficientes que generan mayores costos.
Vulnerabilidad a retrasos de proveedores y escasez de materiales que afectan los cronogramas de producción.
Mantener una producción de alta calidad al mismo tiempo que se gestionan los costos y la productividad.
Utilizar herramientas de simulación alojadas en plataformas como Google Cloud para crear réplicas virtuales de activos y procesos físicos.
API basadas en la nube para conectar datos de fabricación de varios sistemas (sensores, ERP).
Google BigQuery para procesar datos históricos de producción y ejecutar modelos de aprendizaje automático para análisis predictivos.
Dashboards de Looker para supervisar métricas de eficiencia de producción.
Mayor comprensión de la eficiencia de los procesos y las áreas de mejora.
Identificación y remediación de cuellos de botella en los flujos de trabajo.
Mediante una asignación optimizada de recursos y una reducción del tiempo de inactividad no planificado.
Respuesta más rápida a las cambiantes demandas del mercado y lanzamientos de productos.
Mayor precisión en los procesos de fabricación, lo que se traduce en menos defectos.